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Tengo mis perfiles de redes sociales, ¿qué publico?

Cada red social tiene sus particularidades, ya que, si bien se retroalimentan unas de otras y, en general, van adquiriendo todas con el tiempo las mismas características, en su origen eran extremadamente diversas y tenían objetivos concretos muy distintos.

Twitter, por ejemplo, es una red de microblogging. La idea era que la gente pudiera publicar de manera inmediata piezas cortas de información intrascendente, como el piar de un pájaro. A medida que fue popularizándose, la empresa fue sumándole funciones como los mensajes directos y la posibilidad de promocionar publicaciones. Sin embargo, algunas de las características originales de la red social siguen marcando la forma en que uno se comunica a través de ella, como el límite de 280 caracteres (originalmente 140).

Por otro lado, Instagram nació como una aplicación para iPhone destinada a compartir imágenes de manera inmediata (su nombre es la combinación de “Instant camera” y “Telegram”) y, a pesar de que con el tiempo también incorporó mensajes directos, hashtags y otras funcionalidades, aún hoy, claramente, su interfaz le da una prioridad absoluta al contenido visual.

Estas diferencias en la concepción original de estos servicios influyen aún hoy no sólo en qué público accede a las mismas, sino también en qué tipo de contenido se adapta de mejor manera a cada plataforma. Conocer estas diferencias es importante, porque nos permite planificar el contenido adecuado para cada una. Remitiéndonos sólo a los dos ejemplos anteriores, Twitter es el canal ideal para compartir información escrita, mientras que el lenguaje ideal para Instagram, es puramente visual.

Uno de los errores habituales que cometen los llamados Community Manager es crear un sólo tipo de contenido y publicarlo a través de todas las redes sociales sin distinción. Si bien esta estrategia es aceptable cuando uno sólo busca tener una presencia mínima en redes sociales, deja de lado el enorme potencial que cada uno de estos diferentes servicios tiene como canal de comunicación con nuestros clientes.

De hecho, dentro de cada red social existen diferentes canales de comunicación que son más adecuados para distintos tipos de mensajes. Volviendo al ejemplo de Instagram, en esa red social podemos publicar imágenes o videos de hasta un minuto en nuestra sección de noticias, imágenes o videos de hasta quince segundos en nuestras historias, videos de hasta 10 minutos a través de IGTV, y videos similares a los de la red Tik Tok en la sección Reels. Por lo tanto, de acuerdo al público al que queramos llegar y el tipo de mensaje que necesitemos comunicar, podemos planificar diferentes tipos de contenido incluso para ser publicados dentro de una misma red social.

Existen muchos otros factores a tener en cuenta. Youtube, por ejemplo, tiene una política muy agresiva de defensa de la propiedad intelectual, por lo que puede bloquear cualquier contenido que haya sido realizado a partir de contenido audiovisual protegido por los derechos de autor.

Por ello, es importante dedicar tiempo y esfuerzo para conocer en profundidad cada uno de los canales de comunicación que vamos a abrir entre nuestro emprendimiento y nuestros potenciales clientes, conocer las reglas de cada plataforma, y planificar contenidos específicos para cada servicio.

En Uveka nos dedicamos a asesorarte para que puedas aprovechar al máximo las potencialidades de cada red social, y a generar el contenido ideal para publicar en cada una.

Si querés saber más, contactanos para tener una reunión virtual en la que analizaremos juntos tu proyecto, y delinearemos cuáles son las soluciones ideales para volverlo realidad.